Nahuelbutenses se capacitan en diseño de corredores de turismo experiencial y monitoreo comunitario

Este sábado 4 de agosto, actores ligados al turismo en la Cordillera de Nahuelbuta comenzaron con la segunda jornada del programa formativo «Turismo y conservación desde la mirada de la asociatividad en Caramávida e Isla Mocha» en Caramávida.

Durante la mañana los emprendedores turísticos interiorizaron los conceptos generales sobre las particularidades de la Cordillera de Nahuelbuta. Así, el profesor e investigador del Centro EULAS, Mauricio Aguayo, les habló sobre el alto endemismo de las especies de este lugar de la cordillera y de cómo estas se refugiaron durante la glaciación; y sobre la excesiva presión antrópica del territorio debido a las actividades productivo/extractivas de la zona.

Luego el docente se enfocó en algunas técnicas para monitorear los efectos de las acciones humanas sobre la naturaleza, con el objetivo de tener pruebas para cambiar el estado de las amenazas detectadas y ejercer presión social en búsqueda de restaurar y/o compensar los daños. De esta forma, durante una actividad práctica, los mismos usuarios generaron sus propios indicadores biológicos, de salud y físico/químicos para medir los impactos de sus valles, y luego los aplicaron en el río Epumallín.

Para la tarde, la jornada se enfocó en entregar los elementos necesarios para diseñar corredores de turismo experiencial ligados a la conservación del territorio.

De esta manera, durante una primera exposición a cargo de  Bernardo Reyes, se enfoncó en el cómo resguardar aquello único y especial de Nahuelbuta del impacto negativo que pueda tener una actividad productiva y del propio turismo, de modo que esos valores perduren en el tiempo. Entregando un abundante glosario relacionado con la conservación ambiental y de las especies, tales como: áreas protegidas, corredor biológico, fragmentación del hábitat, biodiversidad y zonas núcleo y de amortiguación.

Luego la profesora Verónica Aravena, les entregó las definiciones y diferencias entre ruta, circuito y sendero, aplicándolos a su aplicabilidad con sus proyectos de turismo.

Todos estos conceptos fueron aplicados posteriormente por el grupo en un primer intento de construcción de sus propios circuitos turíticos.

Esta actividad es parte del proyecto “Diseño Participativo de Zonas de Amortiguación de Áreas de Alto Valor para la Conservación de Caramávida e Isla Mocha: Bases para el Desarrollo de Corredores Turismo Experiencial de Naturaleza y Cultura”. Que durante este segundo año de ejecución, etapa de transferencia, se enfocará en guiar a los emprendedores de los territorios mencionados a construir modelos de negocio que impulsen sus economías locales y contribuyan con la defensa de la biodiversidad.

Es financiado por CORFO a través del concurso Bienes Públicos para la Competitividad y encabezado por la Universidad de Concepción, coejecutado por la Fundación Nahuelbuta, e involucra también la participación del Ministerio de Medio Ambiente, Sernatur, el Grupo Ecológico Altué, la Asociación de Municipalidades Arauco7 y el Programa Transforma.

 

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