Emprendedores turísticos de Isla Mocha visitan la Nahuelbuta y dialogan con sus pares cordilleranos

La gira se enmarcó dentro de las actividades de finalización del primer año del proyecto “Conservación y Turismo en Caramávida e Isla Mocha”, cuya finalidad es construir junto a los emprendedores turísticos de ambos territorios las rutas turísticas de naturaleza y cultura que contribuyan a la economía de los actores locales y la conservación de estos importantes reservorios de la biodiversidad de la provincia de Arauco.

El viaje comenzó temprano para los mochanos que arribaron al continente el viernes primero de diciembre y que se alojaron en el valle de Caramávida, comuna de Los Álamos. Desde aquella tarde hasta el domingo 3 de diciembre, junto a los actores del turismo de la Cordillera de Nahuelbuta, compartieronsaberes y perspectivas para perfeccionar sus iniciativas turísticas.

De esta forma, luego de la presentación y primeras discusiones del primer día, el sábado visitaron desde temprano el de Área de Alto Valor para la Conservación de Caramávida, de propiedad de la empresa forestal Arauco. En dicho lugar pudieron observar los proceso de restitución pasiva del bosque nativo emprendido por la empresa, la relación que han forjado con la comunidad local y las rutas con proyección turísticas ya construidas en dentro de la zona protegida.

Om Sanz, integrante de la cooperativa Viento Sur, proyecto ecoturístico de Isla Mocha, basado en la gastronomía local, hospedaje, visitas guiadas y permacultura, reflexionó sobre esta experiencia , de la cual concluyó que «el turismo en sí genera la revinculación con los lugares que hacen empoderarse a la comunidad y generar más defensa por el territorio, también nos brinda el análisis de dónde provienen tantos recursos frente a lo cual hay que mantener una ética y de alguna manera desligarse de las empresas paternalistas como lo son Arauco y Mininco, y hacerlo de forma autónoma y autogestionada».

La tarde del mismo día, volviendo a la hostería, se conversó sobre la historia ecológica local, sobre indicadores de sustentabilidad y se validaron los mapas y diseño de zonas de amortiguación de Caramávida, trabajo que el equipo del proyecto lleva desde hace seis meses junto con los actores del territorio.

El domingo, el recorrido fue guiado por Manuel Maribur, especialista en turismo mapuche del valle de Elicura, una de las entradas a Caramávida, quien mostró las maravillas del Parque Nacional Nahuelbuta, mezclando sus saberes en conservación, la cultura mapuche y la organización comunitaria.

De esta experiencia, Gicelle Lepillen, miembro de la Corporación Mapuche Nahuelbuta, organización incipiente en el tema turístico, rescató la mirada de Manuel en posibilidades para su organización, ya que «como mapuche siempre hemos cuidado la naturaleza, de por sí, para nosotros donde hay naturaleza hay espíritu, lo que son los Ngen, la Ñuke Mapu [Madre Tierra]es todo y por eso el sentido que le queremos dar al turismo es que se pueda ver desde esa perspectiva».

Con similar entusiasmo Om rescató el valor de la identidad mapuche, ya que «el ejemplo de experiencias de dignidad que demuestran las comunidades mapuche que están en búsqueda de autonomía, nos hace entender y revalorar la procedencia propia, de que pese a la falta de organización en la isla, venimos de un espacio de mucha conservación y del futuro de la humanidad».

Así, poniendo en el centro a la necesidad de agruparse para ejercer el turismo en su territorio el mochano comprendió que»la tarea que nos queda pendiente como agrupación y habitantes de la isla es la organización, una asamblea marítima territorial que comprenda todas las problemáticas que hay a nivel de la pesca, de conservación y de los servicios que se prestan»

Finalmente, en cuanto a los objetivos de la actividad, Bernardo Reyes, presidente de Fundación Nahuelbuta y coordinador del proyecto, entregó su apreciación sobre la actividad: «esta gira técnica es en parte el clímax de un proceso, donde hemos identificado actores que hace turismo, que tienen expectativas y se están vinculando a este, desde los sueños, desde prácticas, desde hosterías, desde la comida, desde la artesanía y de esta forma hemos logrado integrar el proceso que ocurre aquí [en Caramávida] con Isla Mocha, de cómo se ven en su entorno y cómo se ven ellos, integrando al turismo como guardianes de la conservación».

“Diseño Participativo de Zonas de Amortiguación de Áreas de Alto Valor para la Conservación de Caramávida e Isla Mocha: Bases para el Desarrollo de Corredores Turismo Experiencial de Naturaleza y Cultura”, es el nombre completo del proyecto financiado por CORFO a través del concurso Bienes Públicos para la Competitividad. Éste es encabezado por la Universidad de Concepción y co ejecutado por la Fundación Nahuelbuta, e involucra también la participación del Ministerio de Medio Ambiente, SERNATUR, el Grupo Ecológico Altué, la Asociación de Municipalidades Arauco7 y el Programa Transforma.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *