Se dan los primeros pasos para la gobernanza del turismo en la cordillera de Nahuelbuta

El próximo 15 de mayo se convocaría a los actores que conformarán la mesa de gobernanza para el turismo en la cordillera de Nahuelbuta, según lo acordado por las y los asistentes al Taller y Gobernanza del turismo convocado por el equipo del Bien Público de Corfo “Diseño Participativo de Zonas de Amortiguación de Áreas de Alto Valor para la Conservación de Caramávida e Isla Mocha: Bases para el Desarrollo de Corredores Turismo Experiencial de Naturaleza y Cultura”, esta mañana en la Biblioteca Municipal de Los Álamos.

Dentro de los presentes se encontraron actores locales de turismo de los cuatro valles que confluyen en Caramávida, representantes de los municipios de Cañete, Los Álamos, Contulmo y Curanilahue y de las empresas forestales Arauco y Mininco, con la mediación del equipo del proyecto,  quienes discutieron en conjunto los acuerdos de gobernanza generados por los emprendedores turísticos en el marco del Bien Público.

La jornada, que comenzó a eso de las diez y media de la mañana con la intervención de la directora del proyecto, Noelia Carrasco, quien dio las pautas para la conversación y los objetivos del encuentro. Por una parte, informar y corroborar la zona de amortiguación del Área de Alto Valor para la Conservación de Caramávida y los otros valles que conforman el territorio que comprende el proyecto, Trongol, Elicura y Cayucupil; recuperando la idea de corredor biológico para extrapolarlo a los aspectos culturales de los territorios y que conviven con las especies de los ecosistemas de la cual son parte. Y, por la otra, avanzar en el campo de la gobernanza del turismo del territorio, dialogando en la base de los acuerdos tomados por los actores, en búsqueda de mecanismos que aborden responsabilidades de cada parte.

Durante su presentación también se recalcó la importancia de trabajar directamente en el territorio reforzando las economías locales durante el proyecto e invitando al seminario de finalización a realizarse el 8 de mayo del presente año.

De esta manera, la discusión comenzó de lo particular a lo general, abordando los compromisos incumplidos entre las forestales y los presentes actores, en el caso de Caramávida y de Pilpilco, en cuanto a irregularidades en los procesos de consulta por las cosechas y amenazas a la seguridad y el entorno natural. Pero luego se volcó a lograr los espacios de acuerdos, compromisos, monitoreo y en sí, una figura o instancia que acoja el ejercicio de la gobernanza.

Se definió ampliar los actores para la conformación del espacio de diálogo con formas resolutivas de conversación para los asuntos comunitarios. Ya que, como se hizo hincapié, pese a los mecanismos consultivos existen, las estructuras de las empresas y los organismos públicos fallan a los requerimientos de comunidades que se activan en lo comunitario y que trabajan el turismo para el resguardo de los patrimonio natural. Y porque faltan vasos comunicantes con las otras instituciones públicas y empresas que afectan directamente en quehacer turístico y la conservación de las especies, como lo son las empresas de áridos.

También se discutió que el principal desafío es que los actores locales de turismo y habitantes de los valles se organicen para impulsar sus propuestas y demandas, dando fuerza ellos mismos a dicho espacio de diálogo. Responsabilidad que inmediatamente fue adquirida por las representantes de la Cooperativa de la Quebrada de Caramávida, quienes se ofrecieron para organizar el hito fundacional de la mesa de gobernanza del turismo de Caramávida entre cuyos primeros desafíos se encontraría lograr nuevos acuerdos de convivencias de las economías macro y locales, la declaratoria de Caramávida como santuario de la naturaleza y lograr pasos contundentes en el monitoreo local del territorio.

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